lunes, 17 de diciembre de 2018

Transfusión de sangre


Actuación de enfermería ante una transfusión de sangre y derivados

Administrar correctamente una transfusión sanguínea requiere dosis considerables de habilidad y conocimiento, lo que exige estrictamente una serie de pasos correlativos para poder controlar, detectar y solucionar cualquier anomalía que pudiera producirse durante la transfusión.
Introducción
La sangre y derivados se utilizan para restaurar el volumen sanguíneo, mejorar la hemoglobina o corregir niveles séricos de proteínas.
 Administrar una transfusión sanguínea exige una serie de pasos para controlar, detectar y solucionar cualquier anomalía que pudiera producirse durante la transfusión. Es necesario:
  • Evitar errores en la selección y administración de los productos.
  • Prevenir y controlar posibles complicaciones
  • Realización de la técnica de forma sistemática
  • Valoración del paciente durante la realización de la técnica
  • Registro de las incidencias en la historia de enfermería
La transfusión sanguínea es una técnica que requiere un conocimiento profundo de las bases fisiológicas y manejo meticuloso de la atención al paciente y la aplicación correcta de un protocolo, para fundamentalmente prevenir serias complicaciones que pueden presentarse. Consiste en el traspaso por medio de inyección de concentrado de hematíes u otros derivados procedentes de un donante, para restaurar el volumen sanguíneo, mejorar la hemoglobina y la capacidad de transporte de oxígeno y otras sustancias o corregir los niveles séricos de proteínas.
Método 
Primer paso:
Antes de extraer una muestra de sangre hay que comprobar la identidad del paciente, así como conocer su historia clínica. Después se enviará la muestra a laboratorio (perfectamente identificada) para determinar el grupo, Rh y pruebas cruzadas.
Segundo paso:
Identificar el producto. Confirmar el precinto de compatibilidad adherido a la bolsa de sangre y la información impresa para verificar que se corresponde.



Tercer paso:
Obtener la historia transfusional del paciente. Si es la primera vez que se le administra una transfusión, explicarle las características del procedimiento o síntomas subjetivos de la reacción adversa (cefaleas, escalofríos...)

Cuarto paso:
Material (siguiente apartado)

Quinto paso:
Valoración del comportamiento del paciente durante la técnica. Es preciso establecer el valor basal de sus signos vitales antes de iniciada y posteriormente cada media hora.

Sexto paso:
Iniciar la transfusión lentamente. A un máximo de 2 ml/minuto durante los primeros quince minutos, permaneciendo junto al paciente, y así pues poder vigilar posibles signos y síntomas típicos de reacción adversa e interrumpir de inmediato la transfusión.

Séptimo paso:
Mantener la velocidad de transfundir. Si no hay problemas en los primeros quince minutos, se aumentará la velocidad a la deseada.

Noveno paso:
No añadir aditivos al producto sanguíneo. Intentando siempre que pase solo y jamás perforar o inyectar aire a una bolsa o sistema, ya que podemos provocar una bacteriemia o embolia gaseosa.

Décimo paso:
Registros. Anotar y describir las características de la transfusión practicada (producto sanguíneo administrado, signos vitales antes y después, volumen total transfundido, tiempo de transfusión u respuesta del paciente)

Material
  • Para la extracción de la muestra: tubo de 5 ml EDTA de hemograma, pulsera transfusional y sistema de vacío o, jeringa y aguja.
  • Para la propia transfusión: aguja o catéter de gran calibre, equipo simple de administración de sangre, equipo con filtro para micro agregados, equipo en Y, equipo de jeringa o goteo para componentes en la transfusión de plaquetas y  equipos de transfusión con bomba (cuando se necesite transfundir grandes cantidades de sangre de forma rápida)
Precauciones
Si el paciente presenta alguno de los siguientes síntomas: escalofríos, hipotermia, hipotensión, cefalea, urticaria, dolor lumbar, dolor torácico, sensación de calor, náuseas, vómitos o taquicardias, etc.  Los pasos a seguir:
  • Suspenda la transfusión y comience con goteo de solución salina para mantener permeable la vía venosa a fin de seguir teniendo acceso a la circulación.
  • Avisar al médico.
  • Vigilar signos vitales cada quince minutos o según lo indique el tipo y la gravedad de la reacción.
  • Administración de oxígeno, adrenalina etc.  según lo indique el tipo y la gravedad de la reacción.
  • Vigilar muy de cerca ingestión y excreción de líquidos y recoger la primera muestra de orina después de dicha reacción.
  • Comunicarlo al banco de sangre.
  • Registro de todas las incidencias.

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